Redes Sociales, denuncias y efectos.

¿Qué ocurre cuando vemos en Facebook o Twitter un vídeo donde un hombre pega sin compasión con un palo de madera a una mujer arrinconada en el suelo? Compartimos el vídeo prácticamente de forma automática, buscando "denunciar" el hecho y condenar la horrible acción del sujeto. ¿Cuál es el verdadero efecto que tiene difundir este tipo de vídeos o fotos donde se visualiza una estampa bastante desagradable (véase niños maltratados por adultos, gatitos arrojados desde un puente o cuidadores vejando y pegando a delfines)? ¿es realmente efectivo compartir este material a nivel de denuncia formal? ¿porqué nos sentimos mejor haciéndolo? 
La realidad, en estos casos, dista mucho de la intencionalidad, que a veces sólo tiene matices morbosos, y otras tantas esconden verdaderas ganas de mostrar rechazo sobre ese acto.  Así, cuando creemos que esto ayudará a salvar a ese pobre niño/gatito/delfín en realidad estamos haciendo otras tantas cosas, no muy beneficiosas precisamente, y en especial para la víctima.
Por una parte, estamos sometiendo a la víctima a un nuevo proceso de victimización, por la humillación que supone ya no sólo recibir una paliza o cualquier acción vejatoria, si no que además está siendo grabada, y no sólo eso, si no que también difundida por personas de todo el mundo. ¿Imagináis que os graban mientras os dan un guantazo y descubres que ese vídeo ha sido reproducido más de un millón de veces en YouTube? En ese momento, poco importa la intención de quién lo ha visto y compartido.
Por otra parte, ¿existe realmente una "denuncia" cuando compartimos estos materiales? La realidad es que no, que compartir ese vídeo o foto no va a servir de nada más que de que lo vea otra gran cantidad de gente, entre ellas, personas vulnerables o sensibles, como a continuación mencionaré. Si por desgracia tienes la mala suerte de toparte con algún tipo de material desagradable que suponga la vulneración de algún tipo de derecho, denúncialo directamente a la policía (a través de Internet puedes hacerlo aquí, incluso a través de Twitter).
Retomando el asunto de las personas que pueden ver ese contenido y ver herida su sensibilidad, es fácil: si compartimos en nuestro muro de Facebook o Twitter un vídeo o foto desagradable, puede verlo cualquiera que no quiere verlo, o que queriendo, se arrepienta al haberlo hecho. De este modo, estamos exponiendo a personas vulnerables, como niños o personas sensibles, a una gran cantidad de material desagradable que puede afectar a su bienestar mental.

Mi conclusión es que estamos manejando una cantidad inconcebible de información que, en algunas circunstancias, más que informar, "sobreinforma", y si no, ¿qué sentido tiene mostrar un vídeo desagradable que, probablemente, ya lleve varios años denunciado (oficialmente)? ¿Cuál es el fin?.

Comentarios

Entradas populares